Si hay algo que nos transporta a la infancia con solo un aroma, es la cocina tradicional de nuestras abuelas. Hoy quiero compartir con ustedes una joya culinaria de La Mancha: los mantecados tradicionales. Una receta sencilla pero llena de historia y amor.
Ingredientes
Para preparar los auténticos mantecados manchegos necesitarás:
500 g de harina de trigo (mejor si es de repostería).
250 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente.
200 g de azúcar glas.
1 cucharadita de canela molida.
Ralladura de 1 limón.
Sésamo o ajonjolí para decorar (opcional).
Preparación paso a paso
Tostar la harina:
En una sartén grande y a fuego bajo, tosta la harina removiendo constantemente con una cuchara de madera. El objetivo es que tome un ligero color dorado sin quemarse. Este paso le dará a los mantecados su característico sabor.
Deja que la harina se enfríe completamente antes de usarla.
Preparar la masa:
En un bol grande, mezcla la manteca de cerdo con el azúcar glas hasta obtener una crema homogénea.
Añade la canela y la ralladura de limón, integrándolas bien.
Poco a poco, incorpora la harina tostada. Amasa hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y obtengas una masa compacta pero manejable.
Reposo de la masa:
Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar en el refrigerador durante 1 hora. Esto facilitará el trabajo posterior.
Dar forma a los mantecados:
Precalienta el horno a 180 °C.
Estira la masa con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta alcanzar un grosor de 1,5 cm aproximadamente.
Corta los mantecados con un cortador redondo o con el borde de un vaso.
Coloca los mantecados en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y, si lo deseas, espolvorea sésamo por encima.
Horneado:
Hornea los mantecados durante 12-15 minutos, o hasta que estén ligeramente dorados por los bordes. Ten cuidado de no hornearlos demasiado; deben quedar tiernos.
Deja que se enfríen completamente antes de manipularlos, ya que son muy frágiles al salir del horno.
Presentación
Una vez fríos, espolvorea un poco de azúcar glas por encima para darles un toque extra de dulzura. Sirve los mantecados con un buen café o una infusión, y disfruta de este bocado de tradición manchega.
¡Espero que esta receta les traiga recuerdos entrañables y que puedan compartirla con sus seres queridos, como lo hacían nuestras abuelas!
Consejo de la abuela: Guarda los mantecados en una caja de lata o en un recipiente hermético para que se conserven frescos por más tiempo. Aunque, sinceramente, ¡es difícil que duren mucho!
Ahora que conoces el secreto de los mantecados manchegos, anímate a hacerlos en casa y comparte tu experiencia en los comentarios. ¡Feliz horneado!
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