Rosquillas de Anís: La receta tradicional de la abuela

Si hay algo que siempre evoca recuerdos de nuestra infancia, son los sabores de las recetas de la abuela. Hoy quiero compartir contigo una de esas recetas clásicas, perfectas para acompañar una tarde de café o para compartir en cualquier celebración: las rosquillas de anís. Esta receta ha pasado de generación en generación, y su sabor suave y ligeramente dulce, con ese toque especial de anís, nunca deja de sorprender.

Ingredientes:

• 500 g de harina de trigo
• 200 g de azúcar
• 3 huevos
• 100 ml de aceite de oliva virgen extra
• 1 sobre de levadura en polvo
• 1 cucharadita de anís en grano (o unas gotas de anís líquido)
• Ralladura de un limón
• Una pizca de sal
• Azúcar glas para espolvorear (opcional)

Preparación:

1. Precalentar el horno: Comienza precalentando el horno a 180ºC, para que esté a la temperatura ideal cuando vayamos a hornear nuestras rosquillas.

2. Mezclar los ingredientes líquidos: En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva suave y cremosa. Añade el aceite de oliva, el anís (si es en grano, machácalo ligeramente para que suelte todo su sabor), la ralladura de limón y una pizca de sal. Mezcla bien todos estos ingredientes.

3. Añadir la harina y la levadura: En otro bol, tamiza la harina con la levadura y ve incorporando esta mezcla a los ingredientes líquidos poco a poco. Amasa con las manos hasta obtener una masa homogénea y suave. Si ves que la masa está demasiado pegajosa, puedes agregar un poco más de harina.

4. Formar las rosquillas: Una vez que la masa esté lista, toma pequeñas porciones y forma bolas. Haz un agujero en el centro de cada bola para darles la forma de rosquilla. Trata de hacerlas del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.

5. Hornear las rosquillas: Coloca las rosquillas en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, dejando espacio entre ellas para que no se peguen. Hornea durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén doradas. El tiempo puede variar dependiendo de tu horno, así que no pierdas de vista las rosquillas para que no se quemen.

6. Dejar enfriar y espolvorear con azúcar glas: Una vez horneadas, deja que las rosquillas se enfríen un poco antes de sacarlas de la bandeja. Si te gusta el toque extra de dulzura, espolvorea las rosquillas con azúcar glas.

Consejos de la abuela:

• Puedes sustituir el aceite de oliva por manteca de cerdo para un sabor aún más tradicional.
• Si prefieres un toque más intenso de anís, puedes agregar un poco de anís líquido a la mezcla, pero con moderación, ya que su sabor puede ser muy potente.
• Estas rosquillas son perfectas para acompañar un café, un chocolate caliente o incluso como un dulce para las fiestas.

¡Listo! Ya tienes unas deliciosas rosquillas de anís al estilo de la abuela, perfectas para disfrutar en cualquier ocasión. Recuerda que, aunque esta receta sea muy tradicional, siempre se puede adaptar a los gustos de cada quien. ¡A disfrutar!